500 euros nos pueden bastar para conectar los sistemas principales de nuestro hogar.
Por fin la domótica se ha puesto a nivel de calle y resulta asequible para el grueso de las familias, interesadas en automatizar las funciones de su vivienda. Gracias al Internet de las cosas, que pretende inundar de sensores y procesadores los rincones de nuestra existencia y a la popularización del estándar Z-Wave.
Con toda una nueva generación de sensores, con precios de apenas 60 euros por unidad, que nos hacen la vida más cómoda, segura y sostenible, ahorrando energía. Permitiéndonos detectar incendios, fugas de agua o gas, subidas de tensión, o incluso mantener la iluminación de una estancia estable, combinando luz natural y artificial.
Una realidad
Para convertir nuestro hogar en un “Smart-home”, como ya hemos hecho con nuestro teléfono (Smartphone) o nuestro televisor (Smart-tv), solo tendremos que adquirir un terminal, cuyo coste no llega a los 200 euros, e ir añadiendo tantos sensores como queramos (a razón de unos 60 euros la unidad).
A modo de ejemplo, gracias a la geolocalización, la central de nuestra vivienda, puede detectar nuestra presencia al llegar a nuestro hogar, de modo que al entrar encontremos las luces encendidas y las persianas subidas. O también podríamos configurar distintas escenas en función del momento del día.
Si bien se precisa una programación inicial, más o menos compleja, en función de lo que cada uno quiera demandar al sistema, el funcionamiento del día a día es realmente sencillo.
Así pues, ha llegado el momento en el que la domótica está lista para su expansión, gracias a los asequibles precios de los nuevos dispositivos. La mejor forma de convertir nuestros hogares en “smart homes” que integrar en las también cada día más cercanas “smart cities” (ciudades inteligentes)
Para ver la noticia completa: La ‘casa inteligente’ ya es asequible con los sensores de muy bajo precio